THE LOOTA
MUSIC BAND

Nací en Buenos Aires, en el barrio de Floresta, y desde chica busqué y encontré en la música y el arte un lugar de expresión profunda. Empecé mi formación a los siete años estudiando piano en casa de una profesora vecina. Lo hice durante casi una década. Un día al presentarme en un concierto de la Asociación Cristiana de Jóvenes sentí el horroroso pánico escénico tocando en un auditorio repleto La Sonata N° 16 de Mozart. Fue la última vez que toqué el piano en mi vida, jurándole a mi profesora y a mi mamá que nunca más me iba a sentar frente de ese cuerpito blanco y negro. Si bien esa experiencia me alejó del piano, debo reconocer que me dejó un fuerte conocimiento de teoría y solfeo que más tarde agradecí y fue fundamental en mi camino artístico, porque soy egresada de la Escuela Nacional de Danzas y la música siempre estuvo entrelazada en mi camino, rodeada de ritmo, melodías, armonías y escenarios. Creo que puedo recordar cuando apareció mi voz… Estaba en Quinto Grado de la Escuela N° 17 de Ingeniero Jacobacci en la provincia de Río Negro, lugar en donde vivimos un tiempo con mi familia. Ahí formé parte del coro de la Escuela y fue con Inconsciente Colectivo de Charly García cantada en ese coro de niños que se despertó una pasión en mí que nunca más pude dejar. Ya de más grande y adolescente pasaba horas frente al espejo soñando en convertirme en una artista como Silvina Garré, Sandra Mihanovich o Celeste Carballo. Ellas mis referentes, mis musas, las que podían decir cantando divinamente lo que yo sentía en aquellos momentos. En 1999 me casé y me mudé a Mendoza, donde formé una hermosa familia pero sin dejar nunca de cultivar mi lado creativo. Por eso en 2001 ingresé al Coral San Ignacio del Colegio San Luis Gonzaga, que disfruté profundamente hasta 2014. Con una nueva dirección y un nuevo rumbo, el coro se transformó en FUSIÓN VOCAL Mendoza, agrupación en la que permanecí hasta el 2018, cuando decidí dar un paso más valiente: comenzar clases de canto para animarme, por fin, a cantar sola. El 2025 se convirtió en un año mágico para mí. Mi deseo de expresarme a través de la música se alineó con el Universo y me llevó a cumplir un sueño largamente anhelado: cantar en una banda!!!!!. Convocada por estos músicos talentosísimos y estos seres tremendamente generosos como Juan, Sergio, Tony y Agustín, agradezco profundamente este lugar en The LOOTA Music Band, donde sigo creciendo, explorando y celebrando lo que más amo en esta vida que es cantar.

Soy de Mendoza Argentina, vengo de una familia muy musical donde mi padre era un melómano absoluto de la música y tocaba el piano aparte de su profesión de médico. Él fue el que me enseñó a escuchar, a disfrutar de la música y me hizo escuchar muchos estilos de música, mucha música clásica, mucho jazz, mucha música americana, francesa, italiana, tangos... todo eso fui mamando desde chico hasta que yo solo fui encontrando también mis propios gustos musicales. La explosión absoluta, fue cuando escuché The Beatles gracias a mi cuñado Diego Sueta, ahí mi visión cambió para siempre y me pregunté ¿qué es esto que parece que viene de otro planeta? Y así también, por los años 80, la otra explosión inmensa en mi vida fue cuando descubrí al Gran Charly García, mi padre musical absoluto, escuchando Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán y con ello también empezó a aflorar todo el rock nacional allá por los años 81/82 y de ahí empecé a hacer la retrospectiva hacia atrás hasta llegar a los inicios del rock nacional con Almendra y el maestro Litto Nebbia. Mi padre me había comprado una guitarra con cuerdas de nylon a la que con mucha perspicacia le compré un juego de cuerdas de acero para convertirla en acústica y le puse las cuerdas de acero, lo que resultó que el puente volara hacia adelante dado que no resistió la tensión de las cuerdas de acero hasta aprender que necesitaba un tirante de cuerdas para que eso no pasara. Ahí empezó todo, encerrado en mi pieza para que nadie me escuchara tocaba la guitarra, tocaba la guitarra, tocaba la guitarra, escuchaba mucha música de todo tipo y sacaba melodías. Tenía un librito en el que aprendí los acordes y allí empezaron a salir las Canta Rock y las Toco y Canto que eran revistas informativas de todo lo que pasaba con la movida del Rock en Argentina y traían los acordes de las canciones y las letras!!!!! Wowww, cosa inusitada para esa época. Así llegué a Pink Floyd, Génesis y fui nutriéndome de todo eso. Empecé a cursar mi carrera de medicina hasta que en tercer año dejé todo con una gran desilusión por parte de mi padre y familiares cercanos y decidí irme a estudiar música a Buenos Aires que era como estar en el centro de todo lo que pasaba. No me fue fácil como todos podrían pensar y volví a mi provincia y empecé a cursar mi carrera de música en la escuela de música de la Universidad Nacional de Cuyo, mi licenciatura en piano. Yo no tenía piano, bueno pero me conseguí uno prestado, lo fui a buscar en un Rastrojero sin saber que el piano pesaba casi 400 kilos... cosas de niños. Así empecé con el piano y me llamaron para formar parte de un grupo que se llamaba Praesídium y empecé a tocar por las noches. Después tuve varios grupos: Los Súbditos del General Mansilla, de ahí me fui a tocar con un saxofonista y de ahí un trío integrado por Pablo Roux y César Constanza. Nos fuimos a tocar a Chile, volví y después de una pausa formamos un grupo que se llamó Antifaz donde estaba Walter, nuestro actual sonidista. Después pasé a formar parte del Dúo con mi amigo Miguel Assumma donde recorrimos muchos lugares, muchas fiestas, muchas noches, tocamos casi durante 10 años en el hotel Hyatt de Mendoza. Después de dejar ese grupo resuelvo dar un vuelco a mi vida y me reencuentro con Sergio Parolín, que ya lo había conocido de las noches de grupo de covers y formamos ya una amistad que nos une hasta hoy. Me invita a tocar a la banda Sabineros donde hacíamos covers de Joaquín Sabina con Lucho Ferreira. Ya ahí con Sergio no nos separamos más, porque nos metimos en un proyecto de hacer un estudio en su casa -yo también había hecho un Home Studio en mi casa y una sala de ensayo-. Después de un tiempo me reencuentro con mi amigo Tony Rez Masud, un musicazo de Mendoza que también supo recorrer noches con sus grupos y también amante de Los Beatles. Encontramos este instrumento hecho en Finlandia que se llama Loota Percussion y pensamos en la posibilidad de armar un grupo para tocar la música que nos gustaba en formato Loota, es decir, un formato acústico, semi acústico donde podamos disfrutar lo que tocamos. Nos reunimos con Sergio y empezamos como trío, el cual nos gustó mucho cómo sonaba y la química que había entre nosotros. En eso Sergio y Tony sugerían poner una voz femenina y me acordé que yo había compartido unas fiestas de fin de año de un colegio con Carla Arce. La llamé recordando su disposición frente al escenario y su posibilidad de cantar, la llamé, con la suerte que le gustó el proyecto y vino para casa a sumarse a esta idea y realmente me sorprendió particularmente su disposición, su voz y sus ganas de hacer las cosas. A todos nos alegró mucho que se haya sumado. Así también llamamos a Agustín que ya lo conocíamos con Sergio, pues habíamos tocado con él en otro formato y le propusimos tocar la guitarra, el cual también aceptó y bueno así llega la conclusión de que formamos este Quinteto que se llama The Loota Music Band y que disfrutamos hasta los huesos.

Soy de Mendoza/Argentina vengo de una familia normal típica padres, hermano y mi relación con la música nació a los 10 años donde mis padres me compraron mi primer guitarra y me mandaban a un conservatorio en el barrio aprender a tocar… al principio mis clases pasaban por teoría, solfeo, etc.…. (la verdad no era muy divertido en ese momento...) luego empecé a tocar estudios, zambas y ese tipo de cosas… pero en mi cabeza solo sonaban todo el día las canciones de Sui Generis… así que de a poco con los pocos conocimientos empezó mi etapa intuitiva... y era estar todo el día sacando las canciones, escuchando los discos, pasándolos en el tocadiscos de mis viejos todo el día. Ya en mi adolescencia escuchaba discos muy variados y mi gusto por la música empezó a hacerse mucho mas amplio… ya tocaba con algún amigo temas de Deep Purple, Zeppelin, pasando por temas de David Gates, Peter Frampton, The Beatles etc.… lo que hizo que mi viejo me comprara mi primer guitarra eléctrica…uffff…. una Faim Les Paul… eso me cambió la perspectiva y la cabeza…empecé a juntarme a tocar en garajes…patios, etc.… en el colegio no había acto en el que no tocara la viola… (además para zafar de las clases jaja). Y vino la etapa de noviazgos, luego casamiento, luego hijos (2 hermosos Lucas y Natalia) a los que traté de inculcarles la música de niños… y de repente en uno de mis trabajos me encuentro con otro músico de mi adolescencia… con el cual empezamos a darle forma a una Banda de covers llamada Buenas Costumbres que con otro integrante logramos tocar por muchos años en circuitos de Pubs, fiestas, etc. En esos tiempos conozco a Juan Leal que también tenía su banda y nos cruzábamos en el algún Pub por ahí…. Empezamos a tener un a relación mas musical y fluida… con el correr de los años colaboró con unas pistas para un tributo a Sabina que hacíamos con Luis Ferreira... y de ahí en mas no nos separamos más en la parte musical haciendo distintas cosas, armando mi estudio de grabación en casa… (que lo perdí en Pandemia, pero eso es harina de otro costal). Actualmente con Juan, Tony, Carla y Agustín armamos The Loota Musica Band que disfrutamos a full haciendo versiones de distintos temas y épocas en función al instrumento que da el nombre a la banda el Loota un instrumento de percusión con un sonido exquisito, y me dediqué en esta banda a ser el bajista de la misma, experimentando con distintos instrumentos para lograr los sonidos acordes a los que las versiones demandan….

Nacido en Mendoza, mi vínculo con la música empezó en casa: viajes familiares sonando a Phil Collins, Queen, Soda Stereo y tantos otros que moldearon mi oído antes de que supiera tocar una nota, mi madre detrás de esto siempre. Desde chico tuve fascinación por los instrumentos: la guitarra de concierto de mi viejo que no se podía tocar y mi primera “batería” improvisada con tachos de pintura. Mi vecino me gritaba “Ringo” sin que yo supiera quién era. A los 9 años mi abuela Leti me regaló mi primer tambor y ahí comenzó una relación eterna con la batería. A los 11, emigramos a Italia, y llegó mi primera guitarra. Que con apenas cuatro clases encima y recién llegado terminé tocando en vivo en la fiesta del Giorno della Mamma, con una Stratocaster colgada y una mezcla de miedo y felicidad. En Conegliano integré el Coro della Madonna delle Grazie como guitarrista y ahí conocí a Stefano, mi hermano musical. Pasábamos tardes enteras devorando discos de Malmsteen, Deep Purple, Megadeth y viendo DVDs del G3. Armamos nuestra primera banda y tocamos en eventos del hotel de su familia: ahí entendí la magia de tocar en vivo. Al volver a Argentina formamos una banda de punk rock con mis compañeros de secundaria. Tocamos en bares, en el colegio y grabamos nuestro primer demo. Después llegó la universidad y un parate musical obligado. En 2021 retomé el camino gracias a Sergio, quien me impulsó a estudiar formalmente y a mejorar como músico. Junto con él y Juan formamos un trío donde aprendí a tocar con menos distorsión y más sensibilidad. Ellos me enseñaron a escuchar, a integrarme y a disfrutar la música en equipo. Hoy soy guitarrista rítmico en Loota Music Band, acompañado por músicos excepcionales como Tony y la voz poderosa de Carla. Después de tantos caminos, la música volvió para quedarse.

Soy de Mendoza, Argentina. Mis raíces musicales comienzan en la casa de mis abuelos maternos donde mis primas y tías tocaban el piano, me llamaba la atención el piano como instrumento. Tuve la suerte de integrar el coro del colegio de los Hermanos Maristas durante mi infancia, escuela primaria. Esa fue la primera experiencia musical importante. En ese tiempo viajaba por la Argentina con el coro. A los 10 años el folclore era nuestro repertorio principal, temas del folclore argentino. Luego, la llegada a mi vida de los Beatles a mis 11 años explotó mi cabeza como a muchos más en el mundo. Con el rock and roll y los Beatles mismos, todo cambió para mi. No solo era música, era algo más, era una conexión. Ahora además de “escuchar” música, surgieron en mi las ganas de “hacer” música. A los 12 años el instrumento elegido fue la batería, la percusión en cualquier estilo de música me atraía. Mi padre me compró mi primera batería profesional , una CAF, de casa Menitti en Galeria Piazza de Mendoza. Al principio fui autodidacta. A los 16 años fue mi debut en una banda , era el menor de los integrantes. Tocamos en los carnavales del Club Pacifico. A partir de ahí, sentí la necesidad de demostrar lo que aprendía en un escenario, tocar para el público. Comencé a participar en bandas de renombre en Mendoza como por ejemplo los Caravelles, Prohibido Fijar Carteles, Hijos del Rock, La Blues Power, Salsa Blanca y Calypso. Compartí escenarios con músicos talentosos como Raul Luzuriaga, Mario Matar, Carlos Gaviola, Minty Gutiérrez del Barrio, Gabriel Correa, Eduardo Ordoñez, Pepe Sanchez, Pablo Kuselman, Ruben Sanchez Reta, Juan Leal entre otros. Nunca me alejé de la música, pase de las actuaciones en vivo y los escenarios a las salas de estudio y grabaciones, acompañando a diversos solistas y bandas. Desde hace dos años tuve la gran suerte de reencontrarme con un músico talentoso, Juan Leal, quien junto a otro gran músico, Sergio Parolin, formamos un trío, que luego incorporó a Carla Arce y Agustin Altinier. Con ellos formamos lo que hoy somos, “The Loota Music Band", una banda de música electroacústica en donde versionamos temas clásicos y propios. ¿El nombre? Surge de un instrumento de percusión, fabricado en Finlandia y hecho de madera noruega, el ”loota percussion”. No es una batería. Su acústica tan particular y única, proveniente de sus materiales, inspira no solo el nombre sino el alma de la banda. Estamos felices de este proyecto musical realizado con el compromiso y el profesionalismo de siempre.